sábado, 28 de mayo de 2011

Día Internacional de ACCIÓN por la Salud de la MUJER

28 de Mayo

Día Internacional de ACCIÓN por la SALUD de la MUJER


Durante el V Encuentro Internacional sobre Mujeres y Salud realizado en San José, Costa Rica, en el mes de mayo de 1987, la Red Mundial de Derechos Reproductivos lanzó la idea de crear un Día Internacional anual dedicado a la Salud de las Mujeres con el propósito de influir en los niveles de decisión política y promover cambios que garanticen la salud de las mujeres.

Así, en el año 1987 a instancias de las integrantes de la Red Mundial de los Derechos Reproductivos, se tomó la decisión de comenzar una campaña permanente de Acción por la Salud de la Mujer, que inicialmente fue por la prevención de la mortalidad y la morbilidad maternas.

Desde 1977, año en que se llevó a cabo en Roma-Italia, el Primer Encuentro Internacional sobre Mujeres y Salud, el movimiento por la salud de las mujeres fue desarrollando una serie de acciones que les permitió alcanzar un gran nivel de desarrollo. Si bien es cierto este primer encuentro permitió el descubrimiento recíproco de los numerosos grupos y organizaciones que trabajan en esta área en los diversos países, en la reunión de San José fue una demostración de la vitalidad del movimiento.

Por su parte, el grupo de mujeres de Japón Soshiren, propone el 28 de mayo como el día la campaña por ser la fecha en que estaban reunidas. Se considera fecha emblemática porque el 28 de mayo de 1984, 70 activistas de América Latina y el Caribe se reunieron en Tenza, Colombia, para participar en la I Reunión Regional Mujer y Salud, donde acordaron crear la Red de Salud de las Mujeres de América Latina y el Caribe.

El Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer fue establecido con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.

Fuente: http://www.manuela.org.pe/Campana28deMayo/historia.asp

miércoles, 18 de mayo de 2011

EriKa y EmiLio SoMos ToD@S!!

Era viernes 13 de mayo cuando Erika empezó a sentirse mal; aún faltaban 12 días para que naciera el pequeño Emilio y luego de ser revisada por su médico, volvió a casa de su suegra quien la cuidaba en las últimas semanas de su embarazo. La fiebre continuó hasta la mañana del domingo 15, comenzó a sangrar. Su médico: "no laboro los domingos". La llevaron de emergencia a la ciudad de Lerdo, a 25 minutos de Alvarado, hacia el sur del Estado de Veracruz. En la clínica no había ginecólogos, anestesistas o cirujanos que pudieran darle las atenciones pertinentes. A las 14 horas y viendo la gravedad del asunto, los médicos de guardia la enviaron a la clínica del Seguro Social del Puerto de Veracruz... hora y media de camino. Pasando por Alvarado, a la altura de Salinas, Erika dejó de respirar... cuando llegaron al hospital, Emilio tampoco tenía vida... 


¿Culpables? Sí, muchos. Pero ese tema compete a las autoridades. A nosotros, reflexionar sobre la situación tan precaria en la que se encuentran tantas y tantas mujeres; organizarnos como sociedad, como comunidad para lograr que, al fin, Alvarado cuente con un hospital digno con especialistas que atiendan y brinden la atención médica que todo ser humano merece.

A continuación, la petición a la comunidad:
Erika y Emilio somos TODOS!
Por Negra y Roja.
El 15 de mayo por la tarde, a la altura de Salinas, dejaron de existir Erika Cruz Aguilar y Emilio. Erika era una jovencita de 24 años y a Emilio, su hijo, le faltaban pocos días para nacer. Todo fue tan repentino. Erika manifestó su malestar el viernes por la tarde y el domingo por la noche, a la luz de los cohetes por el festejo del día del maestro, la estábamos velando. A ella y a Emilio. Muchas voces hablan de las posibles causas. A mí me viene a la cabeza solo una: negligencia. Y a raíz de ello se desprenderían argumentos estructurales, sistémicos, políticos, económicos; pero no. La búsqueda de responsables es competencia de otros, de las autoridades locales y estatales, que sean ellos, con la ley en la mano, los que la apliquen, los que saben cómo y de qué manera se debe castigar a los responsables que no quisieron, pudieron o estuvieron presentes para salvar dos vidas humanas, tan valiosas como la de cualquiera de nosotros. La muerte de Erika y Emilio no es más dolorosa, ni más lamentable que la de los seres amados que hemos perdido en el camino; pero sí resulta emblemática. Nos demuestra la fragilidad e indefensión en la que se encuentra nuestra vida. Ante eso, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es necesario hacer algo; emprender acciones y cambiar las condiciones de salud en las que vivimos los alvaradeños. Como pueblo, hemos sido reconocidos como heroicos y generosos. Heroicos porque en algún momento de nuestra historia defendimos nuestro territorio, supimos defender la tierra en la que nacimos y por eso seguimos aquí. Generosos porque ante las catástrofes vividas por pobladores de otros lugares, hemos abierto nuestras casas, nuestras escuelas; hemos alimentado a los que se quedaron sin nada y lo hemos hecho con gusto y por el placer de ayudar. Hemos sido solidarios ante el dolor ajeno.  Razones no faltan para que ante la tragedia de la muerte de Erika y Emilio hagamos algo por nosotros. Con una acción tan simple, tan humilde, tan pacífica como plasmar nuestro nombre en una lista, es posible construir un hospital en Alvarado que dé atención en situación de crisis o de extrema gravedad a los seres que amamos y que no merecen morir en la soledad de una carretera, como pasó ese 15 de mayo. Al poner nuestro nombre en esa lista, estamos dando la cara por Erika y Emilio; pero también por todos los niños alvaradeños, por todas las mujeres embarazadas, por nuestros padres, madres, amigos, abuelos, por nuestros conocidos y por aquellos que no conocemos; porque eso es la generosidad y nosotros de sobra lo sabemos. Todos los alvaradeños necesitamos y merecemos un hospital con todos los servicios al alcance de cualquiera, porque la salud no debe ser una mercancía. Nadie debe morir por no tener para pagar la atención. Con esta acción, con el apoyo de todos como comunidad, podemos lograrlo.  Dice el poeta: Dar la vida a los vivos, a la vida /  y a los muertos olvidarlos / como la tierra los olvida: en frutos.  Como comunidad seamos la tierra que acoge en sus entrañas la semilla de Erika y Emilio y que nuestra acción humilde y sencilla, los convierta en fruto que alimente generosamente a los pobladores de Alvarado. Pacífica, respetuosamente y con ánimos de colaboración haremos llegar nuestra petición a las autoridades competentes. Juntos podemos hacer de Alvarado un lugar mejor para disfrutar, para divertirnos, para correr por el parque con nuestros niños; para abrazar a los seres que amamos; juntos podemos darnos la salud, la atención, los cuidados que necesitamos; juntos podemos hacer de Alvarado un lugar para vivir dignamente y por qué no, un lugar para morir con dignidad. Erika y Emilio somos todos, no los olvidemos.

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