viernes, 4 de febrero de 2011

NaDa Q dEciR

El pensamiento liberal se derrumba cuando sus voces callan por miedo.

Admiro a columnistas de medios impresos nacionales que son capaces de escribir sobre cualquier tema cada día: política, economía, actualidad. No tengo claro si hacen uso de alguna técnica que genere información y opinión de forma sistemática o si han logrado que por sus venas deje de correr sangre para no enfermarla en el ejercicio del oficio. Porque escribir día a día sobre la situación actual del país, en cualquiera de sus ámbitos -política, gobernabilidad, seguridad, derechos humanos, economía, educación, justicia, equidad- es, además de desgastante, una actividad de altísimo riesgo.

Desgastante porque, al menos yo, no encuentro la motivación en asesinatos, levantones o secuestros; tampoco en competencias electoreras que, según sus propias reglas, sólo benefician a esa misma élite que se muestra eterna, inamovible, jurásica, homogénea. Triste es ver pasar al libro de los recuerdos casos como el de la guardería ABC, Paulette, mujeres ultrajadas de Atenco, feminicidios en Cd. Juárez, Estado de México y en todo el país, el de Ernestina Ascencio y tantas otras mujeres indígenas sin nombre, sin rostro… Un país desgastado, cansado, esperando que “algo” pase y los medios de comunicación con noticias que hacen olvidar las del día anterior.

Escribir para algún medio es hoy, también, un oficio de alto riesgo. México es, junto con Irak y Paquistán, de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, y a pesar de los esfuerzos realizados por organismos como Artículo 19, Cencos o Amnistía Internacional para proteger y garantizar la libertad de expresión, nada se ha podido hacer para evitar la amenaza, el miedo que, finalmente y en muchísimos casos, se convierte en autocensura. ¿Cuántos medios profundizan en el tema del narcotráfico?, ¿cuántos periódicos han cambiado su línea editorial en los últimos años?, ¿de cuántos Estados de la República no sabemos nada? La autocensura en los medios, dice Pierre Bourdieu, se produce de manera consciente o inconsciente sin la necesidad de llamados al orden; a veces por intereses económicos o de rating, otras por la ausencia de garantías que el Estado (por muy mínimo que sea) está obligado a otorgar.

Desgaste y riesgo apagan voces. Hace más de 13 meses Artículo 19 logró que, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se nos otorgaran medidas cautelares a l@s colaborador@s de un semanario que se distribuye en un municipio de Veracruz. La CIDH consideró que el Estado debía adoptar medidas para prevenir un daño que pudiera ser irreparable y se extendió a nuestros familiares. Gracias a la labor de Artículo 19, con este caso se logró que, a nivel estatal, el (supuesto) delito de difamación se despenalizara (ahora la denuncia se interpone por vía civil) para evitar así la censura. Pero las medidas cautelares son ya insuficientes. ¿De quién hay que cuidarse y quién nos protege?, ¿quién es el bueno y quién el malo? Está comprobado que quienes escribimos en medios tan pequeñitos somos los más vulnerables; las noticias no llegan a los medios nacionales si no es para lamentar lo ya irreparable.

El Consejo Editorial del semanario para el que he escrito desde 2006 ha decidido cambiar su línea; como en la Edad Media, nos vemos en la necesidad de pensar primero en nuestra integridad física –en nuestra vida- que aspirar a ser sujetos de los derechos que, algún día, fueron o serán inherentes a cualquier ser humano. ¡Lo lamento! Y lamento también estar convencida de que lo mismo ha sucedido en otros medios que, especialmente en pequeñas localidades, realizan una labor que, aunque incómoda, es necesaria.

1 comentario:

alberto dijo...

Es bueno detenerse para observar a nuestro alrededor!!! Llámale censura o autocensura...o llámale miedo...o si kieres no le pongas ningún nombre...pero detenerse es bueno porke se observa la vida desde la kietud, desde la trankilidad, desde la paz ke da ser uno mismo...y eso nos da la maravillosa posibilidad de disfrutar de las "pekeñas" cosas!!! Ya abrá tiempo para cabalgar otra vez, y lo más seguro es ke los corceles serán más hermosos!!!
Mientra tanto, disfruta de tu paz...Mi amor incondicional, sister!!!
Mua!!!