lunes, 11 de julio de 2011

La Voz de CiRa, La VoZ IndíGenA (3ra parte)



Cira es una mujer náhuatl admirable; no sé su edad. Su cuerpo es joven y firme; su voz es serena; sus palabras, claras y fluidas, llenas de símbolos y sabiduría milenaria; su mirada es seria, contundente, amable. Está aquí pero no está; se le siente dividida en dos. Su cuerpo joven nos acompaña; su alma anciana va y viene al  río Altotolco, a las montañas de Tlilapan, a las cavernas, al nacimiento del río Tecámac que se une luego al Moyotempa… a la hidroeléctrica y su amenaza vestida de progreso. 

“Hay gente que se siente desconsolada, desprotegida. Te dicen: `bueno, si la autoridad federal ya dio permiso, si Conagua dio permiso, si el gobernador dio permiso; entonces gente del gobierno viene y dice oye, ¿por qué no has firmado el acuerdo para la represa, por qué le pones piedritas en el camino?´ entonces, ¿de qué estamos hablando?” 

"Desde hace más de tres años fue llegando gente extraña a la sierra; “extranjeros” que tomaban muestras del agua, medían y tomaban notas. Cuando algún representante del pueblo ó el dueño de la parcela invadida, se acercaba a preguntar ¿qué hacían ahí?, la respuesta fue siempre una mentira, un engaño más y la soberbia de siempre: “¿por qué me pregunta?, ¿y usted quién es?, somos del gobierno y venimos a ayudarlos”. 


Fue apenas en noviembre del año pasado, cuando llegaron las máquinas, que supieron del proyecto de la hidroeléctrica: “Nosotros sabemos perfectamente quién es de la sierra y quien no; nosotros no confiamos en la gente extraña; son extranjeros que sólo quieren sacar provecho de los bienes de las comunidades indígenas. No queremos que vengan. ¿Por qué el gobierno permite que a los pueblos indígenas venga gente extraña, gente que no es de nuestra sangre? La energía se la van a llevar a Jalisco y no nos parece justo”

¿Las autoridades municipales saben de la afectación ambiental de la hidroeléctrica?, ¿Conocen el rechazo del pueblo a este proyecto?

El rostro de Cira dibuja una sonrisa que duele; se limpia la frente con la servilleta que Daniel, su marido, le acerca sin que sus ojos se aparten del rostro de Cira: “Yo soy una de esas personas que no me gusta la política porque es sucia y si se eligen a las autoridades, el pueblo lo elige confiando ciegamente que va a defender realmente a las comunidades indígenas pero no es así. Cuando ocupan sus cargos y se deslindan de esa responsabilidad innata que debían tener, uno se siente ofendido, discriminado, relegado porque uno dice ¿entonces de quién me voy a fiar, en quién voy a confiar? pero cuando ya está sentado en la silla del poder… es muy doloroso.” Respira, levanta la mirada y dice con calma: “Significa que ellos mismos están de acuerdo. Si ellos mismos dieron el permiso, pisotearon las comunidades que habitan aquí en la sierra y pasaron por encima de la gente”.

“Antiguamente la gente elegía a sus autoridades por usos y costumbres; aquí una persona se ganaba a pulso un cargo en la comunidad. Se vino a cambiar con la modernidad, eso de nombrar a las autoridades por elección popular y los votos y el IFE y muchos otros que intervienen en este relajo. Pero antes había más respeto, aquí nadie podía pasar sobre la autoridad. Ahora es una pena porque elegimos a las autoridades para que nos defiendan y son los primeros que ponen la soga en el cuello y no se permite ni siquiera hablar. Yo sé que hay que consultar a los pobres. La autoridad de nuestro país está facultada para consultar a las comunidades indígenas para saber si están o no de acuerdo. `¿Estás de acuerdo?´ ¿Cuándo nos consultaron? Nunca; `oye, ¿estás de acuerdo con que una empresa venga?´, porque sabemos que nuestra agua es de las aguas nacionales pero también pagamos impuestos. ¿Cuándo nos dijeron: `mira, esta agua, en un futuro va a estar contaminada, estás de acuerdo? Nunca nos consultaron”


Cira, ¿habrá gente en la sierra que aún crea en la política, en las elecciones, en los candidatos?

“Hay gente que, incluso hasta uno, acude a las elecciones, pero hay mucho ausentismo; mucha gente que ya tampoco cree en la política porque no responde a las necesidades de las comunidades. Se ha comprobado 99% de las veces que cuando necesitan gente se nombren candidatos y hasta te saludan de mano y bien amables. Aparentan ser gente honesta pero luego, cuando llegan al poder, hemos comprobado que no es cierto. Si eso fuera, no se permitiera la entrada de gente extranjera a estas comunidades indígenas. Las comunidades indígenas vivirían otro tipo de vida y no es cierto. Se nos ha acochinado, se nos ha callado muchas veces. `¿Te molestas por eso? Bueno, ahí te va una despensa´. Te cierran el pico. `Me dio una despensa, es buena persona´. Pero ese sistema político ha dañado a las comunidades indígenas en cuanto a sus usos y costumbres.

Un señor que conocí, para llegar a ser autoridad empezó siendo topil, mandadero, sirviente. `Sube, baja, ve al mandado´. Es el primer cargo por el que se empezaba para llegar a ser Presidente Municipal. Nos platicaba que se construyó  el puesto con faenas; estaba limpio;  la gente trabajaba con faenas, se pintaba y arreglaba las escuelas, los empedrados en las comunidades pero todo era por mano de la misma comunidad. Sin pago, sin sueldo y se hacían las cosas. Ellos la reapertura de la carretera Zongolica-Orizaba y otros lugares, se construyeron con aportación comunitaria; toda la gente colaboraba pero nunca se les daba un sueldo ni una despensa. Ahora, hasta quienes dirigen las elecciones reciben un sueldo, las personas que se hacen cargo de la papelería, papeletas, urnas, la gente que va a las comunidades, reciben un sueldo. Hasta los que van representando a los partidos, y antes aquí no era sí. Aquí se castigaba a la gente que no hacía faena. Ahora se está retomando y hay otros lugares donde no se ha perdido. Mi esposo, mis hermanos van los domingos a la faena. Es un día que no vas a trabajar para ti ni para tu familia, vas a trabajar para la comunidad. Chapear camino, pintar una escuela, trabajar en la parroquia.

Se elegía a la persona por sus valores, por respeto, se ganaba el lugar de autoridad; ese lugar se lo ganaba por su conducta y por sus actos.”

El atole y pan de leña están ya sobre la mesa; es tarde y tenemos que madrugar para el foro La Voz del Agua convocado por Cira, la Pastoral Indígena, la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales y el centro prodh Toaltepeyolo.

Cira y Daniel saben que empieza una larga lucha contra la modernidad y el progreso; una lucha que se inicia perdida porque el enemigo se construye sobre ruinas y despojos.  Ellos apelarán a la memoria colectiva del pueblo náhuatl de Zongolica, a su amor a la tierra, al agua, al bosque, a sus tradiciones; son su única arma. 

El gobierno estatal ha otorgado concesiones para la construcción de 112 pequeñas hidroeléctricas como la de Zongolica, y que beneficiarán a empresas privadas nacionales y extranjeras.

domingo, 26 de junio de 2011

La VoZ dEL AgUa, el pacto con la tierra... (2da parte)

Desde la ciudad de Orizaba, el camino que lleva a casa de Cira es un recorrido a través de un tiempo que se respira detenido; son las montañas, las colinas, el bosque, los ríos que desde hace siglos cobijan y protegen a comunidades indígenas que, a cambio, respetan, cuidan y trabajan la tierra. Dice una leyenda que hace más de 5 mil años, los pueblos indígenas hicieron un pacto con Tlalocan Nana y Tlalocan Tata: para trabajar la tierra, nosotros primero debemos pedirle permiso; luego nos toca dar las gracias por los alimentos que recogemos y que tenemos que compartir con la tierra y luego, al irnos de esta vida, dejaríamos la tierra tal y como la encontramos; por eso reforestamos.


Las opiniones sobre la construcción de una hidroeléctrica en el corazón de la sierra de Zongolica son encontradas “Yo quisiera de todo corazón que la gente indígena de Zongolica, el pueblo indígena náhuatl de Zongolica, el día de mañana entregue una herencia así como ellos la recibieron de sus padres y sus abuelos. Los adultos mayores que recibieron una tierra fructífera, una tierra sin contaminación, con mucha agua, con mucho bosque, con animales y que lo sigue siendo pero que a corto plazo todo esto va a acabar. Yo quisiera que esa gente se pusiera a pensar un poquito ¿por qué? porque no noto, no veo que la gente se incomode en su totalidad o esté en desacuerdo por la construcción”. 



Muchos creen la promesa que les hizo el gobernador del estado cuando aseguró que había llegado el momento de que a Zongolica llegaran el desarrollo y el progreso; es la misma promesa de la empresa Electricidad del Golfo, S.A. “Dicen: que se va a producir energía eléctrica limpia y ahí surge la duda porque energía limpia no significa que el ambiente, el aire va a ser limpio. Si no significa que van a producir energía limpia porque estos son ríos limpios y  esa energía se la van a llevar fuera. A grandes empresarios (se sabe que será transportada por CFE a empresas en el estado de Jalisco). ¿Cuál es el beneficio para la comunidad de Zongolica? Pues ninguno. Han surgido mentiras de que la energía se va a quedar en Zongolica, que nosotros ya no vamos a pagar un recibo del 100% sino que lo van a condonar por el resto de nuestra vida. NO ES CIERTO, nadie va a venir a  hacer un proyecto para beneficiar a este pueblo” dice Cira con sudor en la frente, las manos entrelazadas y nerviosas pero con la voz firme mientras Daniel, su esposo, la mira desde la esquina de la habitación, junto a la cocina, donde empieza a humear ya el atole para la cena. 


“Hay poca gente que está en contra y mucha gente que está a favor. Vinieron a engañarlos, les dijeron que con este proyecto, iba a llegar el desarrollo para nuestro pueblo. Contrataron gente de Zongolica para ser albañiles. La gente preparada la ocupan de arrieros para que jalen la tierra, las piedras y hagan la talacha. Muchas madres hablaron con el señor Mauricio (representante de la empresa) y le dijeron “¿Sabe qué? Mi hijo está trabajando ahí, se la pasa todo el día metido en el río sacando piedra, regresa mojado y sólo descansan un día” y sólo les contestó: “Ni modo, se tienen que aguantar porque así es el trabajo de la construcción y si no les gusta, ahí afuera hay muchos que están esperando para trabajar”. 


Sí, así es esto del desarrollo y el progreso: devastación, 
rompimiento del tejido social, miseria. 

 “También hay gente inconforme, pero así, gente con valor, gente inconforme que diga “aquí estoy, ¿cuándo hacemos un paro a la hidroeléctrica?”… no, no se arriesgan. La gente tiene miedo por represalias, porque tiene hijos, ancianos y que porque se manejan muchos recursos.” 

Quienes como Cira y Daniel, se oponen a la construcción de la hidroeléctrica, han buscado apoyo para sensibilizar a sus vecinos de los daños que ocasionan este tipo de megaproyectos, “Nos apoya la Pastoral Indígena, que son gente de la sierra que se ha encargado de misionar, de evangelizar; hemos hecho amistad con otras agrupaciones como Centro Pro Derechos Humanos Toaltepeyolo, con gente de la Universidad Veracruzana y se ha intentado hacer algunas reuniones en lugares estratégicos;  reuniones desde hace más de un año sensibilizando con la intensión de hacerles ver (a las comunidades) el valor que tienen las tierras indígenas, la defensa del agua, de los bienes naturales. Las reuniones llegaron a oídos de la gente de la represa. En Puente Porres, citamos a gente para sensibilizarlas sobre las afectaciones y entonces del monte brotó la gente de la represa a callarlos. No se los permitieron, se portaron muy agresivos, muy molestos, se les fueron encima a mis compañeros. Su intensión fue callarlos, aplacarlos”. 


Cuando le preguntamos a Cira la postura de las autoridades municipales y del gobierno estatal, respiró, tomó aire y respondió serena: “Nosotros somos pocos los inconformes, no queremos que vengan, ¿por qué el gobierno permite que a los pueblos indígenas venga gente extraña, gente que no es de nuestra sangre? Al foro están invitados los presidentes de los tres municipios afectados: Misantla, Zongolica y Texhuacan, ojalá vengan y escuchen la voz de la gente que conoce las afectaciones de una represa para sensibilizarlos en cuanto a los derechos de los pueblos indígenas”.

A pesar de la hora, del largo día de labores y de que había que madrugar para el foro, Cira considera que hay temas en los que hay que abundar… “De por sí tenemos problemas con el agua; estos días sólo tenemos agua una hora y media en las mañanas pero cuando vengan las lluvias, si hay inundaciones, se tendrá que reubicar a muchísima gente.  Si se llega a romper el muro de la represa ¿qué va a pasar con la gente de abajo, con la gente pobre que no tiene construcción de concreto, sino casas de maderita y palitos, con hilos?” 


¿Y los políticos? Cira vuelve a respirar…

miércoles, 15 de junio de 2011

La MarChA dE LaS PUTAS; No es NO!



El pasado domingo 12 de junio, se realizó la primera marcha de las putas en la ciudad de México. Sí, la marcha de las putas; pero no se trató de una marcha de trabajadoras sexuales o prostitutas, como son mal llamadas, sino una manifestación en contra de cualquier tipo de agresión hacia las mujeres poniendo como excusa su apariencia y vestimenta. 


Esta marcha, que se ha replicado en otras partes del mundo como Londres, Nueva York, Montreal o Nicaragua, surgió luego de que un policía canadiense afirmara en una ponencia en una universidad de Toronto que “las mujeres deben evitar vestirse como putas para así, evitar ser víctimas de la violencia sexual”; como respuesta, las y los estudiantes protestaron y éste se tuvo que disculpar. Pero la mecha estaba prendida. El enojo se convirtió en una marcha en Toronto al que las mujeres fueron vestidas provocativamente al grito “me visto como puta pero eso no te da derecho a agredirme”. 

Estos son algunos slogans de esta y otras marchas: Cuando una mujer dice NO, significa NO. Basta, yo decido sobre mi cuerpo. Aunque la apertura de mi falda sube hasta mi muslo, si digo NO, significa NO. Aunque me ponga una borrachera marca diablo, si digo NO, significa NO. Aunque baile de forma sensual, si digo NO, significa NO. Aunque el escote de mi vestido sea tentador, si digo NO, significa NO. 

Esta marcha busca también reivindicar el apelativo PUTA. En México (y otros países) la doble moral divide a las mujeres entre Santas (decentes) y Putas. Así, este movimiento que ya se aprecia Internacional, intenta reapropiarse del término Puta. Si todas empezamos a decirnos Puta, cada vez será más difícil que se nos agreda al llamarnos así, pues al reapropiarnos del término lo “gastamos” a tal punto que la palabra Puta,  llegará a tener un significado vacío; con esta acción, terminaremos con un arma del control moral, característico del sistema machista y por tanto conservador, que es utilizado y reproducido por  hombres y mujeres. 

"Es hora de decir: Basta al acoso, a la violación y violencia contra las mujeres, pero también, basta de estos términos estigmatizantes como el de Puta que se usa no solamente con las trabajadoras sexuales (¿donde está la crítica a quien compra ese “servicio”?), sino también de los hombres que utilizan el apelativo como venganza y, también es importante decirlo, de una mujer a otra para agredirla o menospreciarla. Nadie tiene que decirnos cómo vestir. La ropa no debe ser excusa, ni justificación para la agresión o violencia”. 
Pero no sólo es Puta la que viste provocativo, también es llamada Puta quien rechaza a un hombre, y también quien lo acepta; la que llega a un puesto importante; la mantenida, la que mantiene; la que decide divorciarse y seguir su vida (porque la que se queda en casa aunque sea maltratada por su marido, esa es Santa); la que decide no casarse ni tener hijos; la que no se deja. Ah, y la que no es Puta, seguro es Hija de una Puta; pero el problema también tiene sus diferentes visiones, no se trata sólo de señalar la violencia ejercida contra las mujeres, ya que los hombres también padecen este tipo de violencia o acoso por parte de las mujeres, sólo que en un sistema machista como el nuestro será difícil que un hombre salga a la calle a manifestar su enojo porque las mujeres lo acosan sexualmente, eso pondría en entre dicho su “hombría” y sería objeto de burla y escarnio. 
   

Así las cosas en nuestra sociedad, en fin, para terminar, no olvidemos que esto no es un problema individual, es un problema cultural que nos afecta y oprime a tod@s. N&R

miércoles, 8 de junio de 2011

La VoZ deL AgUa (1ra parte)

No he encontrado definición más clara y contundente del significado “dignidad” que la que me dan los ojos de una mujer indígena. La dignidad es sobria, penetrante, contundente. Difícil verla a los ojos sin sentir el impulso de mirar hacia otro lado; un llamado, un recordatorio… una memoria latente.

Así mira Cira, una mujer nahua nacida en la Sierra de Zongolica que convocó al pueblo y a organismos no gubernamentales para oír la palabra del agua: “La Voz del Agua” como ella decidió que debía llamarse el foro, “porque el agua no tiene palabras, el agua tiene voz y necesitamos oírla”. La cita era el domingo 5 de junio en la Iglesia del Calvario, en el corazón de la Sierra, en la cabecera municipal de Zongolica.

Zongolica. Sí, de donde era Ernestina Asencio; aquella mujer indígena, pobre, anciana que murió  luego de ser violada por elementos del ejército mexicano –según las versiones de familiares y testigos- pero que, oficialmente, murió por causas naturales

Zongolica. El segundo municipio más pobre del país gracias a que, entre tanta miseria, el gobierno federal implementó el programa Piso Firme aunque para ello, obligara a los habitantes a pagar el traslado del material hasta sus hogares. Zongolica, gran atractivo por la inmensa riqueza natural que, durante siglos, ha sido respetada y amada por los pueblos originarios de esta imponente región. 

Escuchar la Voz del Agua a través de Cira, de hombres y mujeres de gran sabiduría; mirar en ellos la dignidad trastocada, enfurecida; degustar un atole y un pan de leña calientes con sabor a tierra y a tiempo. Era el llamado a la memoria y no podíamos dejarlo para mañana. Salimos el sábado por la tarde y, al llegar, ya estaban Cira, Daniel su esposo y dos de sus hijos, “los más pequeños”, esperándonos para compartir con nosotros la angustia y la tristeza  de ver cómo, la más grande riqueza que aún poseen algunos pueblos indígenas, se les está escapando de sus manos y no están dispuestos a la resignación. 
 
“Ya desde el 2008 se rumoraba que querían traer a la Sierra un megaproyecto pero las gentes no sabían de qué se trataba; ya en esos tiempos había gente que quería vender sus terrenos pero había más gente interesada en comprar. Gente que no es de la Sierra, y ni siquiera los verdaderos interesados sino gente mandada por ellos que vinieron a convencer a la gente para que venda. Quienes vendieron ahora están arrepentidos porque ven la destrucción que están provocando” Se trata de terrenos de una amplia región de la sierra y que comprende tres municipios: Texhuacan, Zongolica y Mixtla en los que la empresa privada “Electricidad del Golfo S.A.” quiere construir una mini-hidroeléctrica; terrenos por los que paga $7 el metro cuadrado. “Son tres zonas, arriba quedará la represa, en medio, la cortina y abajo quedarán instaladas las máquinas de la represa, de esta instalación.  Los dueños de estos terrenos los tenían muy bien cuidados porque reforestaban, eran terrenos de siembra y ya no habrá. Tumbaron árboles maderables, árboles frutales, sembradíos de café. Abajo, ambientalmente es un lugar muy bonito, el Coxole (Cascada el Coxole, agua gruñe) ahí había árboles frutales, mango, aguacate, plantaciones de café. Ya quedó pelón, deforestada y mucha gente que le gustaba ese lugar, ya no queda nada de él. Era una joya de Zongolica”.

La Madre Tierra, venas y sangre.

Los tres municipios afectados son cruzados por el río Altotolco: “Ahora, nosotros tenemos una creencia. Si sobre un río uno se pelea, ese río desaparece, esa agua se esconde y se esconde porque es para nosotros los habitantes de Zongolica; es la madre tierra, entonces sus venas son sus ríos y su sangre son las aguas que circula por esos ríos. Entonces cuando unos se pelea sobre lo esencial de nuestra vida, entonces eso desaparece, se esconde.” 

“Cuentan, que ese río de por sí le traen ganas desde hace tiempo. Yo no estoy vieja pero yo he hecho algunas investigaciones y dicen los abuelos que sobre ese río, ya hace muchos años, querían separarlo, querían dividirlo de más arriba y entonces ese río, no se dejó, por naturaleza no se dejó y volvió a su lugar de origen. Ahora sí, en la cosmovisión indígena es muy especial. Ojalá que los que compraron ese río, que los que están construyendo, ojalá el dador de la vida, nosotros le decimos Tlalocan (El Tlalocan en la mitología náhuatl era el paraíso del dios de la lluvia, el gran Tlaloc) Tlalocan Nana (Madre Tierra) y Tlalocan Tata (Padre Tierra) no sea que les vaya a hacer una jugada y el río se vaya a esconder porque no está bien que nosotros nos estemos peleando por ese río. Nosotros queriendo defenderlo, los nativos de aquí, y los de la empresa y el gobierno queriendo jalar agua, como decimos nosotros, agua para su molino”.

¿Por qué, a pesar de una creencia tan bella, hay personas que han decidido vender?, ¿por qué aún teniendo estos conocimientos, hay personas que apoyan la construcción de la hidroeléctrica?

“No hay mucho que decir sobre eso porque… (silencio)… da lástima verlo de esa manera porque ciertamente las creencias pareciera que las estamos haciendo a un lado por… por dinero. Desde el momento en que la gente se atrevió a vender la herencia de sus antepasados, y mal venderla, no sé si sea cierto pero yo me enteré de un señor que vendió su terreno a 150mil pesos, decía que ya no quería vivir en el rancho, “me quiero ir a la ciudad” fue y con ese dinero iba a comprar una casa, no le alcanzó pero acá en la región tenía agua, arboles, tierra. La tierra negra es la más fructífera, flores, quelites, lo tenía todo. Se ve como una cuestión económica. “Ya no me interesan los usos y las costumbres, a mí me interesa vender” decían y como nunca en su vida ha visto 100mil pesos, aquí te compran en enganches, qué tal si te lo pagan de un jalón. Ves el dinero y es mucho. Pero eso se gasta. Un terreno que pasó por tus manos pero ese no es tu terreno, fue de tu abuelo, bisabuelo, acá se tiene la costumbre que la tierra no se vende muy cara pero la tierra no se debe vender porque es parte de tu vida. Porque tú estás viviendo en esa tierra y luego van a vivir tus hijos, toda tu descendencia, no la puedes vender porque entonces se pierde un pueblo. ¿Por qué vamos a permitir la invasión de gente extraña? De la noche a la mañana llegaron y se apropiaron de tierras buenas, con agua, y la tierra vale por el agua. De la noche a la mañana pasan a ser de gente extraña”. 

Cira está dispuesta a luchar por la tierra, por la comunidad indígena a la que pertenece, a hablar con cada uno de los habitantes de Zongolica si es necesario, para así evitar una tragedia que ya viven otras comunidades en varios puntos de la geografía mexicana. 

Cira habló y habló con la sabiduría que le fue heredada de sus padres, de sus abuelos; con la serenidad que le da tener la razón en cada una de sus palabras; con la cabeza bien levantada y su mirada digna. 

sábado, 28 de mayo de 2011

Día Internacional de ACCIÓN por la Salud de la MUJER

28 de Mayo

Día Internacional de ACCIÓN por la SALUD de la MUJER


Durante el V Encuentro Internacional sobre Mujeres y Salud realizado en San José, Costa Rica, en el mes de mayo de 1987, la Red Mundial de Derechos Reproductivos lanzó la idea de crear un Día Internacional anual dedicado a la Salud de las Mujeres con el propósito de influir en los niveles de decisión política y promover cambios que garanticen la salud de las mujeres.

Así, en el año 1987 a instancias de las integrantes de la Red Mundial de los Derechos Reproductivos, se tomó la decisión de comenzar una campaña permanente de Acción por la Salud de la Mujer, que inicialmente fue por la prevención de la mortalidad y la morbilidad maternas.

Desde 1977, año en que se llevó a cabo en Roma-Italia, el Primer Encuentro Internacional sobre Mujeres y Salud, el movimiento por la salud de las mujeres fue desarrollando una serie de acciones que les permitió alcanzar un gran nivel de desarrollo. Si bien es cierto este primer encuentro permitió el descubrimiento recíproco de los numerosos grupos y organizaciones que trabajan en esta área en los diversos países, en la reunión de San José fue una demostración de la vitalidad del movimiento.

Por su parte, el grupo de mujeres de Japón Soshiren, propone el 28 de mayo como el día la campaña por ser la fecha en que estaban reunidas. Se considera fecha emblemática porque el 28 de mayo de 1984, 70 activistas de América Latina y el Caribe se reunieron en Tenza, Colombia, para participar en la I Reunión Regional Mujer y Salud, donde acordaron crear la Red de Salud de las Mujeres de América Latina y el Caribe.

El Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer fue establecido con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.

Fuente: http://www.manuela.org.pe/Campana28deMayo/historia.asp

miércoles, 18 de mayo de 2011

EriKa y EmiLio SoMos ToD@S!!

Era viernes 13 de mayo cuando Erika empezó a sentirse mal; aún faltaban 12 días para que naciera el pequeño Emilio y luego de ser revisada por su médico, volvió a casa de su suegra quien la cuidaba en las últimas semanas de su embarazo. La fiebre continuó hasta la mañana del domingo 15, comenzó a sangrar. Su médico: "no laboro los domingos". La llevaron de emergencia a la ciudad de Lerdo, a 25 minutos de Alvarado, hacia el sur del Estado de Veracruz. En la clínica no había ginecólogos, anestesistas o cirujanos que pudieran darle las atenciones pertinentes. A las 14 horas y viendo la gravedad del asunto, los médicos de guardia la enviaron a la clínica del Seguro Social del Puerto de Veracruz... hora y media de camino. Pasando por Alvarado, a la altura de Salinas, Erika dejó de respirar... cuando llegaron al hospital, Emilio tampoco tenía vida... 


¿Culpables? Sí, muchos. Pero ese tema compete a las autoridades. A nosotros, reflexionar sobre la situación tan precaria en la que se encuentran tantas y tantas mujeres; organizarnos como sociedad, como comunidad para lograr que, al fin, Alvarado cuente con un hospital digno con especialistas que atiendan y brinden la atención médica que todo ser humano merece.

A continuación, la petición a la comunidad:
Erika y Emilio somos TODOS!
Por Negra y Roja.
El 15 de mayo por la tarde, a la altura de Salinas, dejaron de existir Erika Cruz Aguilar y Emilio. Erika era una jovencita de 24 años y a Emilio, su hijo, le faltaban pocos días para nacer. Todo fue tan repentino. Erika manifestó su malestar el viernes por la tarde y el domingo por la noche, a la luz de los cohetes por el festejo del día del maestro, la estábamos velando. A ella y a Emilio. Muchas voces hablan de las posibles causas. A mí me viene a la cabeza solo una: negligencia. Y a raíz de ello se desprenderían argumentos estructurales, sistémicos, políticos, económicos; pero no. La búsqueda de responsables es competencia de otros, de las autoridades locales y estatales, que sean ellos, con la ley en la mano, los que la apliquen, los que saben cómo y de qué manera se debe castigar a los responsables que no quisieron, pudieron o estuvieron presentes para salvar dos vidas humanas, tan valiosas como la de cualquiera de nosotros. La muerte de Erika y Emilio no es más dolorosa, ni más lamentable que la de los seres amados que hemos perdido en el camino; pero sí resulta emblemática. Nos demuestra la fragilidad e indefensión en la que se encuentra nuestra vida. Ante eso, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es necesario hacer algo; emprender acciones y cambiar las condiciones de salud en las que vivimos los alvaradeños. Como pueblo, hemos sido reconocidos como heroicos y generosos. Heroicos porque en algún momento de nuestra historia defendimos nuestro territorio, supimos defender la tierra en la que nacimos y por eso seguimos aquí. Generosos porque ante las catástrofes vividas por pobladores de otros lugares, hemos abierto nuestras casas, nuestras escuelas; hemos alimentado a los que se quedaron sin nada y lo hemos hecho con gusto y por el placer de ayudar. Hemos sido solidarios ante el dolor ajeno.  Razones no faltan para que ante la tragedia de la muerte de Erika y Emilio hagamos algo por nosotros. Con una acción tan simple, tan humilde, tan pacífica como plasmar nuestro nombre en una lista, es posible construir un hospital en Alvarado que dé atención en situación de crisis o de extrema gravedad a los seres que amamos y que no merecen morir en la soledad de una carretera, como pasó ese 15 de mayo. Al poner nuestro nombre en esa lista, estamos dando la cara por Erika y Emilio; pero también por todos los niños alvaradeños, por todas las mujeres embarazadas, por nuestros padres, madres, amigos, abuelos, por nuestros conocidos y por aquellos que no conocemos; porque eso es la generosidad y nosotros de sobra lo sabemos. Todos los alvaradeños necesitamos y merecemos un hospital con todos los servicios al alcance de cualquiera, porque la salud no debe ser una mercancía. Nadie debe morir por no tener para pagar la atención. Con esta acción, con el apoyo de todos como comunidad, podemos lograrlo.  Dice el poeta: Dar la vida a los vivos, a la vida /  y a los muertos olvidarlos / como la tierra los olvida: en frutos.  Como comunidad seamos la tierra que acoge en sus entrañas la semilla de Erika y Emilio y que nuestra acción humilde y sencilla, los convierta en fruto que alimente generosamente a los pobladores de Alvarado. Pacífica, respetuosamente y con ánimos de colaboración haremos llegar nuestra petición a las autoridades competentes. Juntos podemos hacer de Alvarado un lugar mejor para disfrutar, para divertirnos, para correr por el parque con nuestros niños; para abrazar a los seres que amamos; juntos podemos darnos la salud, la atención, los cuidados que necesitamos; juntos podemos hacer de Alvarado un lugar para vivir dignamente y por qué no, un lugar para morir con dignidad. Erika y Emilio somos todos, no los olvidemos.

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miércoles, 9 de febrero de 2011

ProNuNciAmiEnto De Carmen Aristegui

Muy buenos días amigos ciudadanos, colegas y periodistas…

Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco. Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas, entre las que me incluyo, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado.

Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de maneras diversas a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook-, otras modalidades y las manifestaciones en las calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos. De que los mexicanos a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor.

Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es a todas luces un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así, sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea para México. Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.

El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales, y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio, se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país.

Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de industria como fue Don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres estén siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

El pasado viernes 4 de febrero, en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la Cámara de Diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: “¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? ¿No, Verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país? , naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo.

Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia, jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta, ni truqueo nada para que televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó a nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración.

La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: “Dejemos a un lado la caricatura, tomemos el asunto con seriedad”, e hice algunas otras consideraciones, terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”

Yo no tengo manera de corroborarlo pero, si fuera el caso, sería algo delicado que debiéramos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país.

El comentario editorial cerraba diciendo que el tema –y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores – merecía una respuesta sería, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.

La Presidencia no respondió a la periodista, de inmediato exigió a los dueños –que no a la periodista- una disculpa pública inmediata por tremenda osadía.

Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática, que por supuesto, también deben ser analizadas.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio, tampoco se transgredía en ningún punto al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida. Pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada.

El estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario, por supuesto que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza, sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. Y vaya que sí ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio.

El motivo de mi despido, se dijo, fue haberme negado a ofrecer una disculpa y transgredir el código de ética, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo, porque no hay nada que disculpar; por el contrario, ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto.

Lamento si personalmente que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se sientan ofendidos, pero aún así, la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas de escrutinios e interrogantes a los que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego.

¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas? ¿No acaso el estado de salud de Dylma Roussef fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidenta de Brasil? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia del debate nacional? ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas? ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?

¿Por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto? ¿Por qué seguimos dejándolos conducir de esta manera al país?

¿Qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial, que irritó al gobernante, se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario como al periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿Cómo es que pudieron elevar, desde Los Pinos, el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado? ¿Cómo es que a un empresario a quien tenemos como decente lo llevaron a comportarse de esta manera? ¿Cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta –obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y que por supuesto no empataban con lo que dicta mi conciencia- para calmar la ira presidencial?

Una exigencia de la lectura indigna de esa carta que quien me lo formuló sabía de antemano que yo la rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en le que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del presidente.

Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación que ha pasado por todos los filtros legales y técnicos está sujeta a los poderes dominantes en las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hace la vida imposible.

Persiste hasta nuestros días, un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno que es la discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como la libertad de expresión.

Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión, terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda de 2.5 GHz tienen varios operadores en el país del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas.

No obstante haber desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, y de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, de la opinión favorable de la Cofeco, y de tener a la espera –con riesgo de perderlas- cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante.

Inexplicablemente, la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla, no hay razón técnica, jurídica, ni económica que hoy no este satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para Internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política.

Se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: Te portas bien, te refrendo la concesión. Te portas mal, te la niego. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación.

Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, las audiencias ganan o pierden información. Lo más grotesco y paradójico es que los únicos beneficiados de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar nuevos competidores.

Y aquí aparece de nueva cuenta la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que de certidumbre jurídica a los empresarios, que tutele los derechos de los periodistas y garantice el acceso a la información de todos los ciudadanos.

Agradezco desde aquí el debate y los pronunciamientos que desde el Congreso se hicieron ayer por parte de los legisladores sobre el caso de nuestra despedida del noticiario; sin embargo, no sirve mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como este, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde el presidente de la República, atraviesa las Cámaras, amplias franjas del Poder Judicial, órganos reguladores a manos de nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder, para sustituir –por lo menos parcialmente a poderes de la República.

Ahí está, por ejemplo, una tele bancada en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados, como en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México que han llegado al punto. A la osadía diría yo de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas estas reacciones tiene que ver, precisamente, con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario a sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información crítica, de debate y opinión que ha sido valorado por anunciantes y audiencias. Por eso toma una decisión suicida.

Como tantas obras esta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y de Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, los espacios con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en su conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre opinión, se merma el debate y se inhibe la conducta crítica. Eso daña seriamente la democracia y, por supuesto, los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

¿Y bueno, me dirán, ahora que hacemos con lo sucedido? Aceptamos lo sucedido que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino? Sin claudicar pero sin exigir que el otro se arrodille.

Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió sabe que fue un coartada, sabe, porque las sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de la decisión que está a punto de costarnos la cabeza, y digo a punto porque voy a plantearle una salida, digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma.

Joaquín sabe como pocos de lo que yo estoy hablando, le digo a MVS que no le demos el gusto a los que saborean este fracaso.

Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos, nuestras oficinas, no se si también otras- La Destilería y el Meridien es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos, y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito.

No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido… No se lo merecen, por supuesto las audiencias, nos e lo merecen la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial que les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan: si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece le país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, a la que pertenezco y que preside el maestro Raúl Trejo Delarbre ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. La decisión tomada es desafortunada para todos. “Pierde MVS, cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la suspensión de este espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por el comentario que hizo el viernes 4 de febrero”.

AMEDI exigió a la presidencia “que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información”. Solicitó a MVS “que reconsidere el despido de Aristegui”. Y es exactamente lo mismo que solicito yo a ellos ahora desde aquí.

El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado; el país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave… como para quedarse parado… No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos, no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿A cuenta de que lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico. Los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida pública están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que la han carcomido y debilitado como nunca antes. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que, por lo menos los identifique, los discuta y los analice?

¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien, hay que salir en la tele… o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar concentraciones monopólicas, las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso.

Esta mañana hago un llamado para revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dice “tienes que regresar”. Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla una condición básica y única: Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que “transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias”.

Como consecuencia de ello pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida.

Si MVS acepta hacerlo se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Eso sería suficiente.

Joaquín lo sabe muy bien. Mi integridad profesional y ética nunca estivo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado.

La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido. Serenamente. Sin odios. Con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no agrade, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, inquirir y criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió, de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido.

Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió un texto magnífico que tituló “El derecho a preguntar”, recordaba ahí a la maestra Oriana Falacci quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder.

Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox, había interrogantes en el ambiente de por qué aparecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le preguntó al mandatario, sin alimentar rumores: “¿Toma Prozac?” Fox miró al periodista y contestó simplemente: “No”. Por supuesto no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribió Ramos: No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta. Y cuando surge la oportunidad hay que hacerla, ainque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario, no agregaría más porque el planteamiento esta formulado y lo que resta es esperar la respuesta…

Gracias a todos y buenos días.

viernes, 4 de febrero de 2011

NaDa Q dEciR

El pensamiento liberal se derrumba cuando sus voces callan por miedo.

Admiro a columnistas de medios impresos nacionales que son capaces de escribir sobre cualquier tema cada día: política, economía, actualidad. No tengo claro si hacen uso de alguna técnica que genere información y opinión de forma sistemática o si han logrado que por sus venas deje de correr sangre para no enfermarla en el ejercicio del oficio. Porque escribir día a día sobre la situación actual del país, en cualquiera de sus ámbitos -política, gobernabilidad, seguridad, derechos humanos, economía, educación, justicia, equidad- es, además de desgastante, una actividad de altísimo riesgo.

Desgastante porque, al menos yo, no encuentro la motivación en asesinatos, levantones o secuestros; tampoco en competencias electoreras que, según sus propias reglas, sólo benefician a esa misma élite que se muestra eterna, inamovible, jurásica, homogénea. Triste es ver pasar al libro de los recuerdos casos como el de la guardería ABC, Paulette, mujeres ultrajadas de Atenco, feminicidios en Cd. Juárez, Estado de México y en todo el país, el de Ernestina Ascencio y tantas otras mujeres indígenas sin nombre, sin rostro… Un país desgastado, cansado, esperando que “algo” pase y los medios de comunicación con noticias que hacen olvidar las del día anterior.

Escribir para algún medio es hoy, también, un oficio de alto riesgo. México es, junto con Irak y Paquistán, de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, y a pesar de los esfuerzos realizados por organismos como Artículo 19, Cencos o Amnistía Internacional para proteger y garantizar la libertad de expresión, nada se ha podido hacer para evitar la amenaza, el miedo que, finalmente y en muchísimos casos, se convierte en autocensura. ¿Cuántos medios profundizan en el tema del narcotráfico?, ¿cuántos periódicos han cambiado su línea editorial en los últimos años?, ¿de cuántos Estados de la República no sabemos nada? La autocensura en los medios, dice Pierre Bourdieu, se produce de manera consciente o inconsciente sin la necesidad de llamados al orden; a veces por intereses económicos o de rating, otras por la ausencia de garantías que el Estado (por muy mínimo que sea) está obligado a otorgar.

Desgaste y riesgo apagan voces. Hace más de 13 meses Artículo 19 logró que, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se nos otorgaran medidas cautelares a l@s colaborador@s de un semanario que se distribuye en un municipio de Veracruz. La CIDH consideró que el Estado debía adoptar medidas para prevenir un daño que pudiera ser irreparable y se extendió a nuestros familiares. Gracias a la labor de Artículo 19, con este caso se logró que, a nivel estatal, el (supuesto) delito de difamación se despenalizara (ahora la denuncia se interpone por vía civil) para evitar así la censura. Pero las medidas cautelares son ya insuficientes. ¿De quién hay que cuidarse y quién nos protege?, ¿quién es el bueno y quién el malo? Está comprobado que quienes escribimos en medios tan pequeñitos somos los más vulnerables; las noticias no llegan a los medios nacionales si no es para lamentar lo ya irreparable.

El Consejo Editorial del semanario para el que he escrito desde 2006 ha decidido cambiar su línea; como en la Edad Media, nos vemos en la necesidad de pensar primero en nuestra integridad física –en nuestra vida- que aspirar a ser sujetos de los derechos que, algún día, fueron o serán inherentes a cualquier ser humano. ¡Lo lamento! Y lamento también estar convencida de que lo mismo ha sucedido en otros medios que, especialmente en pequeñas localidades, realizan una labor que, aunque incómoda, es necesaria.