México, todo él, por fin se pone de acuerdo: Amlo, Calderón, Peña Nieto, Juanito, Televisa, Tv Azteca, Slim, el CCE, y cien millones de mexicanos más, unidos en un solo sentimiento: “estamos de la fregada”. Crisis económica, social, política; desempleo, inflación, violencia; injusticia, inequidad, impunidad. ¿Cómo llegamos hasta aquí?, ¿Quiénes son responsables? La oposición culpa al gobierno de Calderón, éste responsabiliza a la crisis mundial (como si México fuera otro planeta); pero ni PRI, ni PRD, ni PAN, ni ningún otro se atreve a proponer medidas viables para salir del hoyo. ¿Son tarados? Seguramente sí, pero independientemente de ello, nadie quiere pagar el coste político-electoral de tomar decisiones efectivas.
El presidente del empleo (con más de 4 millones de desempleados) presentó un presupuesto de egresos para el próximo año con un boquete de más de 300 mil mdp y un crecimiento (?) de menos 10%; ¿la solución? Fácil, aumentar el 2% al IVA, 2% al ISR, 2% al IETU y otro 2% al gasto generalizado; es decir, que, Para Vivir Mejor, quienes siempre hemos pagado impuestos, paguemos un poquito más. Los partidos de oposición –PRI, PRD, PT, etc.- ya avisaron que la propuesta calderónica es letra muerta; que no pasará. ¿Por qué? Pues porque es “anti popular” aumentar los impuestos; porque aceptar este incremento implica menos votos para las próximas elecciones y esto es lo único que les importa.
Un par de días antes de que el gobierno federal presentara su bodrio fiscal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) –uy, que susto!!- entregó al gordo Carstens una osada, temeraria, intrépida propuesta:
¿Argumentos? Bueno, según estudios económicos de organismos internacionales, en México una familia pobre gasta, en promedio $50 en alimentación diaria; con el 15% de IVA, aumentaría a $57; mientras que, una familia rica gasta $1,000 que, con el 15% sumaría $1,150 (el rico pagaría mucho más). Las familias pobres prácticamente no gastan en medicamentos (claro, no porque no quieran); los ricos pagarían más. El ISR es un impuesto que el patrón descuenta al trabajador; si desaparece, el sueldo aumenta y compensaría el gasto en alimentos y medicinas; este impuesto tiene un régimen de exención: empresas como Wal-Mart, Cemex, Telmex, Bimbo, jugos del Valle, Jumex, y otras, aunque se lo descuentan a los trabajadores, no lo pagan al gobierno o les es devuelto. El IETU generalizado, fortalecido y reglamentado, haría que todos los empresarios estuvieran obligados a pagar impuestos, sin excepción.
La propuesta del CEESP tiene tres problemas: 1) Exige un sistema que transparente el gasto público; que el dinero se use para lo que debe, no para sueldos y prestaciones de ministros, diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales y toda la alta burocracia. Esto es deseable para toda la sociedad pero no para la clase política; 2) El rechazo al aumento del IVA en alimentos y medicinas es una bandera que atrae muchos votos, sumamente popular –populista- y, 3) La desaparición del régimen de exención, aunque representaría un aumento significativo en las finanzas públicas, les da pánico a los partidos políticos ya que los empresarios beneficiados suelen soltar mucha lana para campañas electorales.
Que sea un sector de la iniciativa privada la que propone estas medidas genera desconfianza en buena parte de la sociedad que siempre ha tenido que pagar los platos rotos; también genera rechazo por parte otros empresarios –mexicanos y extranjeros- que han sido los grandes beneficiados del modelo actual. No hay en quien confiar. Nadie quiere ceder y los políticos sólo quieren ganar las próximas elecciones. ¿Es buena la propuesta de CEESP? Depende…
En verdad dan muchas ganas de salir corriendo!!!
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