jueves, 10 de julio de 2008

eLLoS LLeGArON pRiMErO





Teresa acaricia constantemente la cabeza de su perrita Karenin, que descansa tranquilamente sobre sus rodillas. Para sus adentros dice aproximadamente esto: no tiene ningún mérito portarse bien con otra persona.

Teresa tiene que ser amable con los demás aldeanos porque de otro modo no podría vivir en la aldea. Y hasta con Tomás tiene que portarse amorosamente, porque a Tomás lo necesita. Nunca seremos capaces de establecer con seguridad en qué medida nuestras relaciones con los demás son producto de nuestros sentimientos, de nuestro amor, de nuestro desamor, bondad o maldad, y hasta qué punto son el resultado de la relación de fuerzas existentes entre ellos.


La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta
limpieza y libertad
en relación con quien no representa fuerza alguna.
La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced:
los animales.
Y aquí fue donde se produjo la debacle fundamental del hombre, tan fundamental que de ellas se derivan todas las demás.

Con estos pensamientos, Teresa se aparta de la carretera por la que la humanidad, “dueña y señora de la naturaleza”, marcha hacia adelante.



Fragmento de “La insoportable levedad del ser” de Milan Kundera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Kundera merece un Nobel :-)

Bruno Ferreira dijo...

Ellos siempre han estado aquí. Nosotros, como especie humana, no hemos sabido estar a la altura de su evolución, ni de las circunstancias. Pero creo que, por fortuna, la tierra misma se encargará de borrarnos de su superficie.

Saludos, Negra y Roja...

Brunóf