sábado, 5 de julio de 2008

La EsTRaTeGiA DeL "nOSotrOS"

Por Negra y Roja

El rojo y negro es una combinación histórica que trae a la memoria recuerdos de tropiezos y fracasos, pero también de luchas y valentía; es un concepto, una forma de asumir el mundo, de vivirlo, de sentirlo, de transformarlo; es una bandera que no pasa de moda, porque los hombres y mujeres mueren, pero nunca las Ideas. Ahora, más que nunca, vivimos en un mundo atomizado, los grandes relatos se han terminado, la era del individualismo egoísta ha fincado su imperio en terreno fértil y vivimos en la tierra del “no pasa nada”, en la era del vacío. El miedo se ha apoderado de nosotros, porque nos sentimos solos, indefensos ante las fuerzas sociales que nos arrastran pese a nuestra voluntad de no ceder. Antes, en el Medievo, existía la idea de un dios que todo lo podía, que todo lo veía y castigaba, pero ahora, en la modernidad tardía, ya no tememos al dios maldito, tememos a los hombres y sus leyes, hechas a modo para imponer su fuerza y voluntad. Maquiavelo bien lo dijo: “Antes de ser querido, es preferible ser temido”. Se han escrito cientos de libros tratando de entender ese miedo y desentrañar su misterio; pero una cuestión es cierta, estar separados, atomizados, desorganizados, agrava el problema. Las viejas consignas no están equivocadas: La unión hace la fuerza.

Transitar en el espacio público en solitario es como cruzar un desierto, es pintar una raya en el agua, es el azotar de la ola para no volver jamás, es un grito en este vacío de ideas donde nadie contesta. Teóricos sociales han dedicado a este sentimiento inexplicable, exhaustivos estudios. El miedo se apodera de nosotros y nos paraliza. El entramado de relaciones que existe entre la maldad, los sistemas de poder y la naturaleza humana son capaces de introducir de a poco y mediante los aparatos ideológicos (Familia, Iglesia, Escuela, Medios de Comunicación), un sentimiento de culpabilidad, de indefensión ante los hechos; es así como nos volvemos apáticos ciudadanos temerosos e incapaces de hacer algo contra los sistemas autoritarios. El miedo como control social funciona y lo hace muy bien. En este presente donde se habla tanto de un Estado de Derecho, los ciudadanos desconfiamos profundamente en las instituciones de justicia. Casos como el de Ulises Ruiz, Mario Marín, Atenco, las muertas de Juárez, lo confirman. Somos ciudadanos con sed de obediencia y no es para menos. ¿Como parar este estado de indefensión en el que se encuentra el mundo y sus pequeñísimos habitantes? La respuesta no es fácil, pero se podría comenzar por cambiar, el tú, yo, el, ella, por el “nosotros”. Y entonces si seremos muchos, seremos fuertes y no estaremos solos. Si, quizá éstas sólo sean palabras, pero, ¿pueden las palabras cambiar el mundo? Claro que sí. Todo empieza por una Idea y si cabe en tus pensamientos por supuesto que existe. Juntos podemos hacer que una idea se pueda ver. Una sociedad atomizada por el miedo es débil y manipulable. Agruparnos, encontrarnos, organizarnos, cerrar filas; irrumpir en el espacio público como un “nosotros” es más, mucho más que pintar una raya en el agua, más, mucho más que gritar al vacío.

Un “nosotros” nos espera.


1 comentario:

Lumósfera dijo...

claro que si los mecanismos de control y dominio se aplican desde la iglesia, escuela, familia, 'estado' (Foucault)y la condena de la 'LOCURA'; y tienen su mejor aliado en los medios de comunicación:con las 'industrias culturales' como nos lo explicó la Escuela de Frankfurt.
El miedo es más 'fuerte' y efectivo, mejor temido que querido, claro! cuánta gente que se 'ama' se traiciona jajaja demasiada, la traición y la deslealtad es inherente al ser humano, entonces el Poder para qué quiere que lo 'quieran'? ser temido es la única forma de perpetuarse ... en ese poder.