lunes, 7 de abril de 2008

Izquierda, Derecha y Democracia




Platicando hace unos días Vero y yo, nos preguntamos si una vez que se alcanzara la democracia, desparecería la diada izquierda/derecha. La mera verdad, como no sabemos nada de política, mejor decidimos buscar la respuesta en los que si saben. Nos echamos un clavado en la Internet y nos encontramos con textos muy documentados que respondían concretamente a nuestra pregunta, pero el texto que mejor nos explicó su postura fue uno que localizamos en la revista Nexos del año 2006, el autor es Michelangelo Bovero. El texto vale mucho la pena y quisimos compartirlo con ustedes haciendo un esfuerzo de paráfrasis; aquí les va: Afirmar que se es de izquierda no expresa una identidad, sino una ubicación en el espacio político con respecto a otros. En un país donde existen dos posiciones políticas, las ideas conservadoras y tradicionalistas se ubicarán a la derecha y las ideas más liberales o innovadoras con respecto a las primeras, se ubicarán más a la izquierda. Si apareciera una corriente socialista, el liberal se moverá moderadamente hacia la derecha y la izquierda está ahora ocupada por la socialista. Contando la historia política moderna a partir de la revolución francesa de 1789, se ido apareciendo corrientes o fases “a la izquierda” en el espacio político: movimiento liberal, movimiento democrático y movimiento socialista. Los liberales luchaban por los derechos individuales de libertad contra el antiguo régimen, pero éstos se deslizaron a la derecha porque fueron “rebasados” por la izquierda por los demócratas que exigían los derechos se ampliaran a la esfera política, quienes a su vez fueron desplazados hacia la derecha por el movimiento socialista cuyo objetivo era la emancipación económico-social por encima de la política. Se puede ser liberal de izquierda según con quién se le compare. La gran aportación de la revolución francesa se encuentra en la constitución horizontal del espacio político moderno: ya no se está arriba o abajo… se está al mismo nivel sólo que a la derecha o a la izquierda. “Quien estaba arriba, bajó a la derecha y quien estaba abajo subió a la izquierda”. La reivindicación de la izquierda, siempre ha sido la emancipación de los más débiles: eliminar la discriminación; la igualdad es el valor supremo que identifica a la izquierda. El modelo de sociedad promovido en tiempos distintos por los diferentes movimientos de emancipación que sucedieron a la izquierda, “rebasándose por la izquierda”, en la historia moderna, se ha identificado con una sociedad caracterizada por cierta igualdad específica: el modelo liberal buscaba la igualdad entre todos los individuos en los derechos de libertad; el modelo democrático, la igualdad entre los ciudadanos en los derechos políticos; el modelo socialista la igualdad entre todas las personas como sujetos de cooperación (trabajadores) en la distribución de los papeles y de los recursos económico-sociales. Estas tres identidades, protagonistas de la historia moderna, se han sucedido una a otra desplazándose a la derecha, dependiendo del grado de igualdad en la esfera social. Al mismo tiempo y como contra peso, han surgido ideologías y regímenes antimodernos que niegan la igualdad, y en el que las jerarquías existen como principios “naturales”. Dictaduras de derechas enemigas de la igualdad y la libertad de todos los individuos; la extrema derecha, la derecha antidemocrática. Pero la izquierda también ha tenido sus dictaduras. Las corrientes de izquierda no son deterministas; en el movimiento liberal, está el grupo que defiende las libertades civiles: libertad personal, de pensamiento, de reunión y de asociación y, en el otro polo, quienes defienden o ponen acento en la libertad de mercado. Éstos últimos se hayan más a la derecha que los primeros, ya que provocan desigualdades sociales y culturales. Los demócratas también tienen sus polos opuestos: los demócratas formales “gobierno a través del pueblo” y los demócratas sustanciales “gobierno a favor del pueblo”. En este sentido, la democracia formal se encuentra más hacia la derecha; la segunda, hacia la izquierda. La sustancialista en su postura más hacia la izquierda, se convirtió en “socialismo”. El socialismo, tiene también sus extremos: hacia la derecha se encuentran los social-demócratas, hacia la izquierda “los comunistas”. Los comunistas en el extremo de la izquierda, han motivado dictaduras de izquierda. Bobbio le llama “la utopía invertida”: la transformación radical del sueño de la emancipación universal en la pesadilla de la opresión universal. La democracia no es una identidad, es una forma política de Estado, de gobierno o de régimen sin contenido político; es un modelo de sociedad, un programa de acción que incluye a todos los partidos políticos (izquierda y derecha). La democracia representa el reconocimiento de la igualdad política de los ciudadanos pero, esta igualdad no es el fin último o exclusivo de una parte de la diada izquierda-derecha. El ciudadano que considera a la democracia como un valor, tiene además “fines ulteriores” que lo inclinan hacia la izquierda o la derecha y determinan su acción democrática de elegir; es decir, la izquierda y la derecha pueden reconocer el valor de la democracia y seguir siendo ellas mismas; enfrentarse entre ellas por la persecución de los propios fines últimos. ¿Si la democracia confiere igualdad y éste es un principio de izquierdas, entonces un partido de derecha democrática pasa automáticamente a ser de izquierda? Al ser, las nociones de izquierda y derecha, cuestiones relativas, la derecha democrática se posiciona a la izquierda de la derecha antidemocrática, anti-igualitaria (partidos que imponen la primacía de la ley divina por encima de la ley de los hombres, partidos anti-inmigrantes, etc.) y totalitarista. El democrático, ha sido sólo un método para alcanzar los fines últimos de partidos, ideologías y movimientos sociales, aunque la historia nos indica que métodos antidemocráticos han sido más eficaces para imponer los intereses particulares: durante el siglo XX los liberales conservadores “más a la derecha” y los socialistas colectivistas “más a la izquierda” optaron métodos antidemocráticos para imponerse pero pronto se desgastaron. Los liberales conservadores se convirtieron en fascistas, es decir, antiliberales; los comunistas monopolizaron el poder, lo que los convirtió en anti-socialistas. El autor habla sobre la lección de 1989 y afirma, “si 1789 construyó el espacio horizontal de la política, permitiendo lanzar el proceso de emancipación a lo largo del cual, no sin errores y horrores infinitos, muchos movimientos se encaminaron; 1989 demostró que ninguna meta, ningún fin que quiera proponerse como ideal, como idea reguladora para emancipar a los seres humanos puede perseguirse con la imposición.” A la lección de 1989 le sigue la desilusión por la democracia y nos enseña que “no debemos tirar por la borda ni siquiera las apariencias de la democracia”. La democracia mínima que establecía las reglas del juego se ha convertido en una democracia aparente que provoca una nostalgia antidemocrática. “Se estaba mejor cuando se estaba peor” Antes de 1989, en la década de los setenta, el plano horizontal de la política se fue desplazando hacia abajo y hacia la derecha. Con la aparición del neoliberalismo –el libre mercado desproporcionado- se han atacado los derechos sociales. La derecha promueve el capitalismo salvaje y la xenofobia pero se disfraza de democrática para alcanzar cotos de poder, se inclina más a la derecha. A la izquierda se ha generado un vacío, la izquierda se ha movido también de lugar hacia la derecha. Precisamente cuando han explotado las desigualdades globales, la izquierda (derechizada) proclama la necesidad de una “revolución liberal” o una “tercera vía”.El vacío que ha dejado la izquierda en la izquierda, está siendo tímidamente llenado por iniciativas confusas y espontáneas de reivindicaciones comunitarias, culturalistas y etnicistas que están en completa oposición a la xenofobia de la extrema derecha pero ambas con peligrosa semejanza. La reivindicación principal de la izquierda es la igualdad y no se puede negar que este principio ha sido tomado y defendido por la sociedad civil global. N&R

No hay comentarios: