Como habíamos quedado ya, este domingo nos volvimos a reunir en el puente peatonal que se encuentra en la entrada de la ciudad de Alvarado. Este domingo, a diferencia del anterior, sólo llegamos nosotros tres pero este pequeño detalle no mermaría nuestro propósito que era “divertirnos creando ciudadanía” y aprovechar la coyuntura para colgar una manta en la que, haciendo uso de nuestros derechos constitucionales, manifestamos nuestro rechazo a la privatización de Petróleos Mexicanos. Claudio fue a hacer unas llamadas telefónicas a la gente de Xalapa que quedó formalmente en acompañarnos todos los domingos del mes de mayo y nos tocó a este par de dos (N&R) colgar la manta. El calor de las 2 de la tarde nos obligó a comprar un par de latas de un líquido negro con burbujitas -que caen muy bien si están heladas (pero no decimos su nombre porque les estamos haciendo boicot) jeje- y nos sentamos en una pequeña sombra que se hizo en las escaleras del puente cuando… de repente, vemos que se estaciona una grúa con un letrero que decía “Protección Civil” y se nos acerca el conductor “Sarita, ¿ustedes pusieron esa manta? Es que tengo órdenes de arriba para quitarla” (¿órdenes de arriba? estos weyes ya están como Bush que dice que habla con Dios); le preguntábamos al hombre que por qué estaba prohibido poner una manta cuando vemos que se estaciona la ambulancia, se bajan 8 personajes que aprovechan (muy machines) la otra escalera del puente, en la que no había nadie, para hacer uso de su autoridad y querer quitar la manta. Como, al parecer, nos mandaron al más decente para avisarnos que les llegó un mensaje celestial, aprovechamos su decencia para pedirle que no la quitaran ellos; que “está bien” pero que la quitábamos nosotras. El hombre, muy amablemente, encendió su walkie talkie y dijo algo como “24-05, 24-05… que noooo, que ellas la van a quitar!!!” Es más, hasta nos dijo que él nos ayudaba a colgarla en otro lugar, en el que quisiéramos, pero que ahí no.
La verdad, sí nos dio un poquito de coraje porque con esa orden de allá arriba violan nuestros derechos constitucionales a la manifestación y a la libertad de expresión; estábamos siendo víctimas del abuso de autoridad del “Emperador Alvaradeño” –como lo llaman algunos- pero, ¿están de acuerdo en que 2 inocentes damitas no podíamos hacer nada en contra de 8 gorilas?, ¿qué podíamos hacer; resistirnos? Sí, está bien, nos encanta el desmadrito de la Resistencia Civil Pacífica PERO el éxito de esta es, precisamente, que aglutina a mucha gente y, entre muchos, las órdenes del más allá se transforman en berrinches y pataletas de quien las gira. Ya comprobamos, en nuestras carnes, que la “tolerancia” que dicen tener hacia el movimiento de AMLO es, en realidad, “impotencia”.
p.d. lo que más coraje nos dió fue que, como sólo estábamos nosotras N&R, no pudimos tomar fotos de los gorilas.... grrr!!
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